"¡Milagro maravilloso!" Hahahaha, bueno, algun día explicaré esa frase, aunque como la única lectora de este blog es mi marmotita, te la explicaré cuando hablemos por msn mejor amor mio.
Lo maravilloso es que por fin pasó el examen de Sucesorio, que es la última etapa de Derecho Civil, lo que a su vez quiere decir, como bromeábamos ayer varios compañeros "pasamos TODOS los civiles, compare..." Si consideramos que Derecho Civil es tal vez la línea central de la carrera, y que es uno de los ramos más completos y complejos de todo el derecho, es todo un logro haberlos completado.
El examen estuvo larguísimo, como el de Laboral, pero lamentablemente mi compadre Héctor explotó, tuvo mala suerte y justo le preguntaron algo que probablemente nunca más en la vida tenga que ver, disposiciones testamentarias de días, algo así como "¿qué ocurre cuando alguien pone una cláusula en su testamento en que dice que por 100 días su hijo mayor usará la casa en la playa, y luego de eso termina su derecho a usarla." En principio no se ve tan complicado, pero la respuesta es bastante técnica, involucra establecer si hay o no condiciones, plazos, si están cumplidos, pendientes, fallidos (si es condición) y un largúisimo etcétera. Son un montón de cosas chicas y simples, pero que en conjunto pueden ser enredadas.
En mi caso, los profesores, como vieron que tenía una nota baja en una parcial, al parecer quisieron testearme a ver si merecía aprobar. Buen consejo que me dieron después del examen, de anotar todo lo que me preguntaron.
Partieron el examen preguntándome sobre los legados, y sobre los gravámenes que podían tener. Respondí que el caso podía tratarse de bienes muebles o inmuebles, y que a su vez, los gravámenes podrían ser prendas, hipotecas u otros, y que según el caso, operarían diferentes formas de librarlos, que el costo de la liberación podría imputarse a las bajas generales de la herencia, si estas garantías actuaban como accesorias a una deuda contraida por el causante, o que si era otro el caso, se podía imputar los costos a la cuarta de libre disposición, y un largo blah blah al respecto. Luego me preguntaron por la sustitución, y tambíen me mantuve respondiendo sobre la libertad que había para nombrar sustitutos por el testador, que el sustituto pasaba a ocupar la posición de uno de los herederos, y que hasta podían haber sustitutos de sustitutos. De ahí pasamos al heredero del remanente, qué era, cómo era llamado, etc, y finalmente, llegamos al acrecimiento, la definición, en qué artículos aparece, cuando y cómo opera, su relación con la representación y la transmisión...
Si no lo hubiera anotado, no habría recordado o no me hubiera dado cuenta, que me pasearon por cuatro temas, y a la mayoría de los demás, les preguntaban sobre un sólo tema. Lo bueno es que respondí todo bien en palabras de una compañera "andaba sacando conejos del sombrero", por que a todos les quedó la sensación que los profesores me querían exigir más que el promedio, y yo lograba responder todo lo que me tiraban xD.
Mi marmotita estaba muy contenta cuando la llamé más tarde, se notaba que se había alegrado, me la imaginaba dándose vueltitas mientras hablaba por teléfono conmigo... ¡Ya falta menos amor para que estemos juntos otra vez!
Lo maravilloso es que por fin pasó el examen de Sucesorio, que es la última etapa de Derecho Civil, lo que a su vez quiere decir, como bromeábamos ayer varios compañeros "pasamos TODOS los civiles, compare..." Si consideramos que Derecho Civil es tal vez la línea central de la carrera, y que es uno de los ramos más completos y complejos de todo el derecho, es todo un logro haberlos completado.
El examen estuvo larguísimo, como el de Laboral, pero lamentablemente mi compadre Héctor explotó, tuvo mala suerte y justo le preguntaron algo que probablemente nunca más en la vida tenga que ver, disposiciones testamentarias de días, algo así como "¿qué ocurre cuando alguien pone una cláusula en su testamento en que dice que por 100 días su hijo mayor usará la casa en la playa, y luego de eso termina su derecho a usarla." En principio no se ve tan complicado, pero la respuesta es bastante técnica, involucra establecer si hay o no condiciones, plazos, si están cumplidos, pendientes, fallidos (si es condición) y un largúisimo etcétera. Son un montón de cosas chicas y simples, pero que en conjunto pueden ser enredadas.
En mi caso, los profesores, como vieron que tenía una nota baja en una parcial, al parecer quisieron testearme a ver si merecía aprobar. Buen consejo que me dieron después del examen, de anotar todo lo que me preguntaron.
Partieron el examen preguntándome sobre los legados, y sobre los gravámenes que podían tener. Respondí que el caso podía tratarse de bienes muebles o inmuebles, y que a su vez, los gravámenes podrían ser prendas, hipotecas u otros, y que según el caso, operarían diferentes formas de librarlos, que el costo de la liberación podría imputarse a las bajas generales de la herencia, si estas garantías actuaban como accesorias a una deuda contraida por el causante, o que si era otro el caso, se podía imputar los costos a la cuarta de libre disposición, y un largo blah blah al respecto. Luego me preguntaron por la sustitución, y tambíen me mantuve respondiendo sobre la libertad que había para nombrar sustitutos por el testador, que el sustituto pasaba a ocupar la posición de uno de los herederos, y que hasta podían haber sustitutos de sustitutos. De ahí pasamos al heredero del remanente, qué era, cómo era llamado, etc, y finalmente, llegamos al acrecimiento, la definición, en qué artículos aparece, cuando y cómo opera, su relación con la representación y la transmisión...
Si no lo hubiera anotado, no habría recordado o no me hubiera dado cuenta, que me pasearon por cuatro temas, y a la mayoría de los demás, les preguntaban sobre un sólo tema. Lo bueno es que respondí todo bien en palabras de una compañera "andaba sacando conejos del sombrero", por que a todos les quedó la sensación que los profesores me querían exigir más que el promedio, y yo lograba responder todo lo que me tiraban xD.
Mi marmotita estaba muy contenta cuando la llamé más tarde, se notaba que se había alegrado, me la imaginaba dándose vueltitas mientras hablaba por teléfono conmigo... ¡Ya falta menos amor para que estemos juntos otra vez!
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