Gracias a los azares del destino, la marmotita me pasó un libro que ella (se supone) está leyendo. Me miró con "cara de alerta" (eso va para otro post), puso los ojitos blancos y los giró por todos lados, y dijo "pero claro que leo libros, mira, este me lo prestaron en la oficina y lo estoy leyendo", y habiendo dicho eso, con un gesto de triunfo, sacó de su cartera porta-bellotas un libro tamaño bolsillo llamado Un Mensaje para García. El libro habla de un soldado de Estados Unidos que fue comisionado por el presidente de su país para encontrar al general cubano Calixto García para para pedir su ayuda contra el ejército de España.
La moraleja del libro es que la gente, y sobretodo, los empleados, deben emprender las tareas que se les encargan sin cuestionarlas, y ayudándose solos, es decir, nada de quejarse por que el trabajo parece imposible o sin sentido. Tiene varias opiniones interesantes el autor, hay sería considerado como un liberal seguidor de Milton Friedman, pero para su época (1899), era bastante visionario.
Desde ahora en adelante, la marmotita cumplirá cualquier misión que le encarguen, sin alegarle a su jefa, ni tirarle papeles a la cara, lo que espero ayude a que su jefa se tranquilice xD.
La moraleja del libro es que la gente, y sobretodo, los empleados, deben emprender las tareas que se les encargan sin cuestionarlas, y ayudándose solos, es decir, nada de quejarse por que el trabajo parece imposible o sin sentido. Tiene varias opiniones interesantes el autor, hay sería considerado como un liberal seguidor de Milton Friedman, pero para su época (1899), era bastante visionario.
Desde ahora en adelante, la marmotita cumplirá cualquier misión que le encarguen, sin alegarle a su jefa, ni tirarle papeles a la cara, lo que espero ayude a que su jefa se tranquilice xD.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ten en cuenta que si haces un comentario en este blog, estás tácitamente aceptando que eres también una marmota... ¡Bienvenido/a al club!