jueves, 23 de septiembre de 2010

Nuestro 18

Ohhh por donde empezar...
Como soy muy desordenado, escribiré las cosas al lote, según las vaya recordando. Lo primero que me llamó mucho la atención fue que fuimos con la Marmotita al Alto Las Condes a ver una película, Resident Evil: Afterlife, que como película deja bastante que desear, pero a nivel de efectos, y en particular el uso de efectos 3D, es un golazo, muy buenos efectos, y si editara la película, y pusiera sólo las secuencias de pelea, sería candidata al Oscar. Cuando fuimos a ver la película aprovechamos de hacer algunas compras para la Madriguera, y pasamos a comer algo, como ni ella ni yo lo conocíamos y lo demás parecía un poco aburrido, pasamos a comer al Juan Maestro. Quedamos en que comeríamos la mitad de un sandwich cada uno y la otra mitad la intercambiaríamos para ver que tal, y así hacernos una impresión del local y lo que ofrecía. Simplemente una maravilla el Juan Maestro, la cagó, demasiado superior a todos los demás locales de comida rápida, en calidad, cantidad y sabor; acá el veredicto de la Marmotita:



Luego, en Viña, estuvimos en la Revista Naval, que es como la continuación de la Parada Militar, pero con barcos, por más que Piñera insistió en que los barcos pasaran por Santiago no se pudo.
Viña y Valpo estaban repletos de gente el 19, así que Marmotita y yo caminamos en medio de la muchedumbre, Don Marmo nos hizo unas reservas en un restaurante que se llama Cap Ducal, y que tiene una vista a toda raja del mar:



Acá se ve a Don Marmo cuando nos consiguió las reservas:
Acá cuando entramos al famoso Cap Ducal:


Aunque me sentí un poco raro por ir grabando con el celular todo, la experiencia valió la pena, el mar y los barcos se veían totalmente a toda raja, no podíamos estar en un mejor lugar para verlos. El restaurante me pareció caro en todo caso, pero era rico. Pedimos entremedio unas machas a la parmesana, pero era poco mas que un platito y costaba como 6 lucas... Cuando después vi la cuenta arrugué la frente.

Vimos el espectáculo Puro Chile Pura Energía. En un momento estaba tan copado de la gente por todos lados que pensé en pararme y mandarme a cambiar con la Marmotita, pero justo empezó la cosa y ahi me olvidé. Valía la pena verlo, tuvo partes emocionantes, aunque cuando terminó, me desesperé de nuevo por la cantidad de gente, mi espíritu provinciano no me abandona. Creo que nunca me acostumbraría del todo a vivir en Santiago, sobre todo por los santiaguinos, hahaha:
Algo que me llamó mucho la atención fue que cuando nos íbamos yendo, varias personas me vieron y me saludaron. Gracias a los contactos de la Paula, una cuñada de la Marmotita, conseguimos unas entradas ultra preferenciales, y estábamos bastante cerca de la Moneda. A nuestro alrededor todos hablaban con una papa caliente en la boca. Los cuicos son igual de irritantes cuando están en masa hablando que los flaytes, no sé para que cresta exageraban tanto su forma de hablar; tal vez por que era una ocasión social, cada uno quería verse más cuico que el wn de al lado. Al menos habían algunos más educados que se acomodaban y se fijaban cuando habían empujones y pisotones.




Marmotita en Starbucks. La verdad, Starbucks no me llama mucho la atención, pedimos un brownie, que sale en la foto, mientras esperábamos unos cosos que no recuerdo como se llaman, pero eran de leche con hielo y sabores a fruta.




Mi Marmotita hermosa, en Curauma, Viña del Mar el 18...












En Viña del Mar tienen las gallinas más extrañas que este temucano haya visto jamás:
Luego pongo más cosas, hicimos un montón de cosas con la Marmotita estos días. Me impresionó la revista naval, sobre todo los aviones. Ahora en Temuco, a vivir otras aventuras y vivir la vida marmotita...



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