viernes, 12 de marzo de 2010

El regreso final a la universidad


Esta mañana regresé a confirmar la inscripción de ramos en la universidad y pasaron varias cosas. No fui el único que tuvo problemas con la intranet para inscribir los ramos por internet, al parecer muchos otros no pudieron hacerlo, y hoy era el último día de plazo para hacerlo. Varios avisaron al facebook de la carrera (una buena idea de la secretaria de Derecho, todo el mundo lo puede ver), que no podrían llegar, por estar lejos y haber pocos buses o que los caminos están malos en algunos puntos. Al parecer más al sur de Santiago el lente de las cámaras de televisión no puede ver; acá en el sur también hay pueblos devastados en la costa, y otros derrumbados al interior, y aún no tienen ayuda alguna, salvo por las familias de los mismos pobladores.

Una vez pude hacer la inscripción con un formulario que me pasó la secretaria de reemplazo, pues la principal al parecer está de vacaciones, me quedé conversando con una amiga y compañera, que quiso hablar conmigo después de hacer los trámites.
Se veía muy triste, y fuimos a la cafetería, para conversar. Me explicó que necesitaba hablar con el coordinador académico, o con el rector, por que el año pasado falló por cuarta vez un ramo semestral. Cuando alguien falla uno de esos ramos por tercera vez, debe elevar una solicitud especial que es revisada por una comisión, para ver si se le permite continuar en la carrera. Al parecer, si fallas la cuarta vez, ya no hay nada que hacer. Ahora, si está bien o no, es harina de otro costal, lo que me pareció terrible son las consecuencias.

Cuando quedas en causal de eliminación en la universidad, todos los ramos que has aprobado, todo el tiempo invertido, y todo el dinero que has pagado, se hace humo. En las oficinas de registro curricular (a las que acompañé a esta amiga) automáticamente tabulan tus papeles como alumno/a eliminado/a, y si quieres, te pasan tus calificaciones en los ramos que aprobaste, casi como recuerdo, más un certificado que comprueba tu eliminación. ¿De qué le sirve eso? Esos certificados indican que no pudo continuar estudiando y no sirven de mucho. Además, cuando intentó conectarse a la intranet, ni siquiera le aparecía que estaba en estado de eliminación o algo así, o se le dio la posibilidad de ver sus registros históricos, simplemente de un día para otro la borraron.

Esta persona llevaba como mínimo 4 años estudiando, la carrera cuesta anualmente $2.980.000 pesos (U$ 5,800 aprox.), por lo que ronda los doce millones de pesos (y cuatro años) de inversión, que esta mañana se han convertido en nada.
Traté de ver desde su punto de vista qué opciones se podrían intentar, y la verdad es un panorama desolador, no hay nada que hacer. Ella pensaba en tal vez estudiar alguna otra carrera más breve o más barata. Tal vez el lunes se puedan ver las cosas con más calma, pero por ahora es una situación que realmente lo deja a uno sentado en el suelo. Pensar que estaba ella tan cerca de terminar la carrera, y que ahora su destino cambió totalmente, es algo que realmente no hay manera de entenderlo.

El rector no nos recibió, y el coordinador de la carrera estaba muy ocupado, así de inhóspita es la cara de la universidad cuando estás en esa situación. No quisiera estar en los zapatos de esa amiga, y no se me ocurre qué más hacer para ayudarla. Si no me hubiera ella contado, no lo hubiera creído; ya teníamos varios ramos separados, por que ella se había atrasado, pero ni se me habría imaginado que ella estaría en esa situación.

Ahora que estoy en Temuco, he sentido nuevamente las réplicas, pero acá se sienten suavemente, hoy al medio día hubo una muy fuerte, pero sentirla a nivel del suelo en mi casa es muy diferente que sentirlas en Santiago, en la madriguera, que está en un 7mo piso. Me acordé de esto por que ahora mismo que estaba escribiendo se puso a temblar otra vez. En la tele Piñera es entrevistado por Don Francisco, pero la entrevista es tan superficial que no se si valga la pena verla. Iré mejor por un café.

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