lunes, 26 de julio de 2010

Pituto bueno, pituto malo

Esta mañana fui al Hospital Regional a buscar unos exámenes de mi mamá. Hasta hace no mucho tiempo, una tía mía trabajaba (Ahora jubiló) en un área del hospital en la que tenía un buen grado de influencia y todos la conocían, por que llevaba miles de millones de años trabajando ahí. Siempre que necesitábamos algo o saber el estado de un examen, ella con muy buena voluntad averiguaba, aceleraba algún proceso, o nos daba alguna información para agilizar algún trámite, es decir, nos "apitutaba" por todos lados cada vez que lo necesitábamos. 
No me cabe ninguna duda que ella lo hacía con la mejor voluntad y cariño, y sigue siendo una tía muy querida, y una de las mejores personas que conozco.

Sin embargo, pensaba esta mañana mientras hacía una fila enoooorme para el laboratorio, otras personas en la misma posición, a veces probablemente se ven casi obligadas a hacer lo mismo, y tal vez no siempre el mecanismo del pituto es tan fácil o cómodo para todos.
Una señora se adelantó en la fila, y en frente de todos nosotros, saludó a la enfermera que estaba entregando los  exámenes "Hooola Florita, como estás niña, te vine a ver..." La sonrisa de la enfermera Florita fue rápida, pero mecánica. "Hola pues, como estás", respondió mientras seguía llamando apellidos y pidiendo carnets para hacer implícito que iba a respetar la fila.
La amiguita insistió, "mira, tengo estos papeleos acá y quería ver si me los podías revisar, oye..." La señora que estaba justo delante mío se dio vuelta buscando un cómplice y justo la miré a los ojos, así que me miró y se puso el dedo índice sobre la lengua con la boca abierta, con los ojos en blanco, como haciendo una arcada, varios nos reímos, por que pensamos lo mismo. A la amiguita no pareció importarle, pero se notó que a la enfermera sí le incomodó un poco. "Ya, déjamelos y espera allá en los asientos, yo te llamo", así que le tomó los papeles y siguió respetando la fila. La amiguita se fue calladamente a sentar, se había salido parcialmente con la suya. 
Me puse a pensar primero, en lo respetable de la enfermera, que contrario a la práctica habitual, hizo lo que estuvo a su alcance para no ofender a la amiga patuda, y seguir el orden de la fila, bastante larga por lo demás.

También me puse a pensar, ¿necesariamente tener una posición privilegiada implica el correlato de una obligación pasiva de apitutar a cualquier amistad que uno tenga? En otras palabras, si tengo un trabajo, información o contacto, ¿automáticamente tengo que sacarle provecho a favor de mis amigos y familiares, aunque llegue a un punto de ser incorrecto?
El pituto, institucional y tradicionalmente es voluntario, responde a una situación de confianza y/o cariño, y por lo general es ofrecido por el que apituta, no exigido por el apitutado. En este caso, la amiguita no le dejó mucha opción a la enfermera, y afortunadamente la reacción fue la que correspondía, creo yo. De hecho cuando me atendieron a mí la amiga seguía sentada esperando, así que lo más probable es que la enfermera haya calculado un lugar en la fila para ella y viera sus papeles en la oportunidad correspondiente a ese lugar.
Es muy probable que cualquiera de nosotros ponga en aprietos a un amigo o familiar cuando llega patudamente uno a "saludar", como esta amiga, pero en realidad con otras intenciones. 

Al menos en el caso de mi tía A. yo siempre la pasaba a ver (El hospital queda cerca de la universidad) y le llevaba chocolates o la iba a ver cómo estaba, sin pedirle nada, y ella siempre ofrecía ayuda de la mejor manera. No me imagino a mi mamá  al menos llegando a saltarse la fila para pedirle un favor, menos mal.
El pituto puede ser muy positivo, pero hay que cuidarlo y manejarlo con respeto. 
Todavía debe estar sentada esa señora.

2 comentarios:

  1. De acuerdo.

    Lo de los pitutos me incomoda un poco. A lo mejor porque como tengo pocos conocidos en Chile tengo pocos pitutos y por eso, jajaja :)

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  2. Hahaha, yo creo que conoces y eres conocida por mucha más gente de la que crees.

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