Como se habrá notado, he estado algo alejado de escribir por acá. La Marmotita y yo ahora nos comunicamos mucho más fluidamente desde que ya no está en el trabajo que le cerraba acceso a todo otro medio de comunicación, y como he tenido muchisisimo menos tiempo para jugar o escribir (salvo en Facebook, ocasionalmente, pero no es lo mismo), no he escrito en el blog.
Mi vida ha dado miles de pequeños giros y vuelcos. A fines del año pasado sufría por terminar la parte de la práctica que me faltaba, y ahora tengo que seguir sufriendo para completarla, sin embargo, me lancé a la aventura de iniciar mis actividades profesionales de forma más seria. Estoy instalado en una oficina en el centro de Temuco, gracias a mi amigo Chupacabras (claro que no se llama así, pero evitaré poner su nombre por si alguien lo googleara, y aunque no se llame así, se parece bastante, le queda más cerca que su nombre, pero es un buen tipo, nunca ataca ni gallinas ni corderos).
Producto de una de las causas que tenemos que revisar, hoy fui a un pueblito al sur de Temuco llamado San José de la Mariquina. La gente era bastante amable, y en el tribunal las dos señoras que estaban me atendieron a las mil maravillas. Incluso pedí el libro de sugerencias para dejarles unas felicitaciones, así de bien me atendieron.
Cuando partí con lo de la oficina, iba vestido con traje y corbata a todos lados, incluso cuando no tenía que atender clientes, pero a poco andar, noté que muchos colegas dejaban el traje exclusivamente para ir a los tribunales, y sólo si tenían audiencia con un juez. El resto del tiempo usaban ropa normal, o sea, nadie andaba con hawaianas o zapatillas, pero sí andaban sin corbata y más cómodos. En esta oportunidad, como iba a un tribunal que no conocía, me vestí formal, y me llegó el primer comentario de mi compadre Chupacabras: "En un pueblo chico, el abogado es como una celebridad local, y si llega otro, llama de inmediato la atención, aunque no te presentes, te van a notar, acuérdate". Y así no más fue: del total de viejitos con sombrero de los años ´50 y chaleco de lana, un 98% me saludó levantando o moviendo el sombrero, como si me conociera, y con una sonrisa. Un impresionante 100% de las damas con vestido y sobre los 40 años, me saludó en la calle con una sonrisa, también como si me conociera. De los hombres menores de 50 años, con gorra de baseball (que componían cerca del 75% del total de la población de San José de la Mariquina) un 82.3% también me saludó en la calle, e incluso uno de ellos me sugirió donde comprar The Clinic, luego de no encontrarlo en el kiosko local y quedar con cerca de 3 horas sin hacer nada.
¿Por qué 3 horas? Por que compré pasajes de ida y regreso, y se supone que llegaría a las 11:00 (llegué a las 12:15 pff) y el regreso era a las 12:30. Deambulé POR TODO EL PUTO PUEBLO, por que a quien le preguntaba donde estaba el Tribunal, me enviaba a otro lado distinto. Cerca de las 12:40 me topé con un señor, que no llevaba ni sombrero retro ni gorra de baseball, si no que iba muy serio con unos papeles y con gafas, y cuando le pregunté por el Tribunal, me respondió "Voy para allá".
Casi se me cae la mandíbula al ver que el Tribunal estaba a media cuadra de donde me dejó el bus, pero no tenía ninguna señal que indicara que estaba ahí. Confiado en que alcanzaba a regresar en el bus de las 14:10, me dediqué a buscar los datos que necesitaba.
Y acá viene el consejo: Si por algún motivo en Chile los demandan, o los notifican de algo, MUÉVANSE DE INMEDIATO, hagan algo, busquen asesoría, pregunten, coméntenlo, pero no se queden de brazos cruzados esperando a que el universo lo olvide. Cerca de la mitad de las causas que hemos visto este verano están relacionadas con gente que dejó pasar el tiempo sin hacer nada y perdieron como en la guerra.
En este caso, un señor que trabajaba en una empresa, fue despedido, y tiempo después le llegaron a su casa demandas en contra de la empresa. Como él ya no tenía nada que ver con la empresa, ni era su representante, no hizo nada. Ayer casi le embargaron todo de su casa, sin tener nada que ver en el juicio, así de brígido. Y ahí recién buscó ayuda. Nosotros. Y luego, moi.
Salí del Tribunal, a esperar el bus, cuando me dicen "el próximo bus sale a las 15:55, el de las 14:10 pasa por la carretera" (o sea como a 10 kms del pueblo), lo que propone el segundo consejo: si viajan, confirmen el pasaje de regreso apenas lleguen al lugar donde van, o se quedarán como 3 horas parados en la plaza mirando palomas y recibiendo saludos de todo el pueblo, en forma de señoras con vestido largo, sombreros antiguos y gorras de baseball.