Hace muchos años, en un libro que leí por error, pero que resultó ser bueno igual, leí sobre los muchos factores que determinan la identidad. Habían muchas explicaciones muy interesantes sobre el tema, y un cerro de teorías al respecto.
Uno de los aspectos que esta mañana mientras caminaba a la universidad, era un ejercicio que un investigador francés (creo que el apellido era Etienne), hacía respecto a la identidad, observada según la propia imagen mental, según como creía que lo veían los demás, y como realmente lo veían los demás.
Me puse a pensar en esta idea no tanto por el tema en sí, sino por que algo que tal vez comí o soñé, me trajo una catarata de recuerdos de hace como 10 años atrás, inexplicablemente. Estuve toda la mañana recordando cosas del año 2000 aproximadamente, y una de ellas era este libro. Es raro como funciona la mente.
Mientras comía una sopaipilla en la mañana fría, me puse a pensar, diez años después, en cómo me veía a mí mismo, cómo pienso que me verían los demás, y cómo será realmente que me ven. No por una obsesión narcisista, sino por sincerarme conmigo mismo y sacar algunas conclusiones.
Como este en buena parte es un blog personal (Marmotita lee y después me comenta al teléfono, pero no ha tenido tiempo de escribir algo últimamente), y he descubierto que algunas ideas se me aclaran al tipearlas, las transcribiré acá, a ver si me ayuda en algo. Lo voy a hacer como en tercera persona, por que por algún motivo me da plancha hablar de mí mismo en primera persona para explicar algo así.
Cómo Marmo se ve a sí mismo...
Marmo se ve como alguien con la capacidad y potencial de dominar el mundo entero, tomar el destino en sus manos y modelarlo a su antojo, pero que hasta ahora ha sido demasiado irresponsable con las cosas que hace, justamente producto de su exceso de confianza en sí mismo. Alguien que busca cumplir siempre con su palabra, y que considera que frente a todo en la vida hay que tener una sola línea, fallarle a los demás es fallarse a sí mismo.
Cómo cree Marmo que lo ven los demás
Marmo piensa que los demás lo perciben como un tipo simpático y confiable, con buenas capacidades, sociable y solidario, dispuesto a ayudar siempre. Varias personas de vez en cuando le hablan respecto a capacidades que él no considera importantes, pero que a otros les parecen relevantes, por lo que Marmo cree ser respetado y querido. Sin embargo, a veces tiene un humor que es difícil de seguir, al menos para los parámetros habituales, y parece tener un gusto por complicarse por cosas a las que el resto no le da importancia, lo que a veces puede alejar a algunos, sobre todo si se habla de política, religión o fútbol.
Cómo realmente los demás ven a Marmo
Marmo, o Ricardo, (esto al final terminé preguntándoselo a unos compañeros con los que estuvimos conversando del tema, fue una conversación rara pero entretenida, ellos también hablaron sobre sus percepciones propias, y las que pensaban de ellos teníamos el resto, así que transcribo lo que me dijeron) es alguien confiable, amistoso, inteligente, y buen amigo. Ahora bien, pese a eso, cuesta acercarse a veces a él, por que tiene un sentido del humor especial, y no se sabe si está bromeando o hablando en serio, hasta que suelta una risa y uno se da cuenta que le ha estado tomando el pelo a uno todo el rato.
Después de escribir y leer lo que escribí, y recordando lo que hablé con mis amigos y lo que pensaba al principio y pienso ahora, y además recordando lo que pensaba cuando leí el libro donde salía este ejercicio, llegué a algunas conclusiones.
Al parecer antes no me había dado cuenta, pero creo que en realidad paso mucho tiempo pensando en el futuro a mediano plazo, y me distraigo del presente. A veces este desenfoque me hace dejar las cosas para último minuto; visualizo siempre que queda tiempo para hacer las cosas, hasta que ya estoy encima del plazo para terminarlas. Esto me vive pasando cuando tengo que estudiar, cuando tengo que terminar un informe o para cualquier cosa que tenga fecha.
Estoy tan confiado de que puedo hacer en 5 minutos lo que debí hacer en una semana, que al final pierdo tiempo en puras tonteras en lugar de hacer lo que debo.
Tal vez estoy en una constante búsqueda de maneras de ayudar a otros, pero no sólo por interés en el prójimo, si no por que es la excusa perfecta para eludir mis propias responsabilidades.
En conclusión, tal vez soy irresponsable pero igual me quieren xD. Ahora que lo pienso, eso también resume varias conversaciones que he tenido con la Marmotita, ella me conoce bien...
PS: Ahora que lo veo, me da plancha poner una foto mía solo, pero si me da mucha vergüenza, puedo borrarlo, supongo.