Ayer llegó la harina, mi mamá la pidió por teléfono. Llegó un viejito en una camioneta verde, del molino a dejarla a mi casa.
Luego ella armó la masa, que se puso a amasar mientras empezaba la lluvia. El área de la cocina donde lo hizo tiene un tragaluz, así que las gotas se escuchaban fuerte mientras amasaba.
Amasa, amasa...
Amasar, amasar, con mucha paciencia. Mientras más se amasa, mejor se distribuye al parecer la levadura y la masa queda más homogénea.
Luego de eso, armados los pancitos, que esta vez fueron más grandes de lo habitual, se dejan por algún tiempo envueltos en una mantita. Me daba la impresión que querían abrigarlos del día tan frío que hizo.
Luego de mantener caliente el horno por algún rato, mi hermana mete los panes al horno. Según me pareció, usaron calor arriba y abajo en el horno, para que quedara parejo.
Cuando han hecho el pan en la cocina a leña, esto no es posible, pero el pan igual queda con un tostado parejo.
De vez en cuando, chequeaban que el pan hubiera subido lo suficiente, y que no se llegue a quemar. Aparentemente, es un sistema al tacto, no con temperaturas, medidas o tiempos determinados.
Es bastante instintivo el estilo de cocina sureño según veo. Nunca le había puesto atención a cómo hacían el pan antes.
Pan de casa, blandito por dentro, crujiente por fuera, con mantequilla o huevos revueltos, acompañando un café.
Una buena forma de pasar un día de lluvia, en el sur...
Me viene toda la nostalgia... (como podras ver, son fun de tu blog..)
ResponderEliminarMe gusta saber que lo lees, y me agrada mucho leer tus comentarios.
ResponderEliminar¿Qué mas temucano que una tarde de lluvia con pan amasado?
Me encanta el pan casero. Tengo algunas recetas "gringas" me podrias mandar la receta de tu mama, si te animas...
ResponderEliminarCreo que he leido que lo de amasar, tambien tiene que ver con desarrollar la proteina de la harina (gluton, no se como se dice en espanol?)
¡Ah, si! El gluten, si, algo de eso mencionó mi mamá, hahaha.
ResponderEliminarSabes, creo que la receta es algo confusa, pero feliz te la haré llegar de alguna forma. Digo confusa por que noté que mi mamá y hermana no usaron ninguna medida de tiempo ni de cantidad para hacer el pan, ni ajustaron la temperatura del horno. Cuando he estado en Santiago y cocinamos algo Marmotita y yo, generalmente tenemos a mano algo para ver los tiempos de cocción y regulamos la temperatura a la que cocinamos, pero acá en el sur es todo por instinto al parecer xD.
Con tus palabras describiendo el dia y el labor de hacer el pan, realmente me senti como si estuviera en el sur. me hizo recordar mucho de nuestro viaje a Chile. Me muero de ganas de conocer mas del sur, gracias por inspirarme para juntar mi platita para poder tomar un viaje luego!
ResponderEliminarEl sur es muy bonito, no olviden llevar las cámaras de fotos!
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