¿Y por qué el fútbol?

Imposible no tener en mente el Mundial. De seguro mi Marmotita secretamente ha estado mirando también los encuentros. He visto los partidos que han pasado por la tele, y aunque hubiera preferido ver más goles, sí he experimentado la emoción única que tienen estos partidos, y eso que son otros países los que han jugado, el vértigo y el sentimiento que transmite cada partido atraviesa la pantalla. Cuando juegue Chile, creo que todos los que veamos el partido en la tele, y más aún los que estén en el estadio, vamos a estar llenos de emoción mirando cada jugada.

Pensaba mientras miraba el partido inaugural, qué hermoso y simple es este deporte. En cualquier lugar del mundo, basta un papel hecho pelota, y un par de piedras que marquen los arcos, para tener un estadio, y con dos personas, ya tienes lo necesario para empezar a jugar. Todo el mundo (con la excepción de uno o dos países) han jugado alguna vez en los recreos a la pelota. Pensaba que para el tenis, sin una raqueta o pelota que rebote, no puedes jugar, con el básketbol, ni hablar, hacer aros artesanales y a altura desaniman a cualquiera, volleybol, no es muy amistoso para que uno improvise una caida, sobre todo por que la gran mayoría de los patios de juego de las escuelas en todo el mundo son de cemento, ideal por cierto para que cualquier cosa que se pueda patear, desde un par de calcetines anudados a una lata de bebida, ruede o se desplace transformada en pelota para la ocasión.

Otra diferencia sustancial es que cada gol es celebrado como que fuera el triunfo más importante de la vida, cosa que no ocurre con otros deportes, al menos que yo haya visto. Cuando aumentas los marcadores en cualquier deporte, cada conquista individualmente vale menos. Muchos partidos de fútbol terminan 1-0, y sin embargo pueden ser inmensamente emocionantes, incluso los que terminan en empate pueden ser entretenidos, según el desarrollo que tengan.

En ningún otro deporte, países como Nigeria, Korea, Mexico, o hasta el mismo Chile, tienen posibilidades tan parejas o hacer que sus equipos sean tan temibles y respetados por el rival. Cuando veo las olimpiadas, es un poco aburrido saber de antemano que los mismos países una y otra vez ganan  las medallas. Es cierto que aunque se juega en todo el mundo, no son tantos los países que han ganado la Copa del Mundo (Brasil la ha ganado ya cinco veces, brígido), pero en los enfrentamientos del Mundial, no hay oponente que se pueda mirar en menos, y hasta el máximo favorito puede quedar fuera contra cualquiera (si no pregúntenle a España, favorito varias veces para ganar el Mundial, y no lo han ganado nunca).

De los partidos que he visto, creo que los de hoy sábado son los que más me han gustado.

Argentina contra Nigeria tuvo un sabor especial, la mitad del mundo veía al partido, y la otra mitad... A Maradona, de hecho Maradona tenía siguiéndole tantos fotógrafos como el mismo partido. Basados más en una fortaleza increible de espíritu y talento individual que orden colectivo o sistematización, Argentina ganó con lo justo, gracias a un cabezaso inspirado de Heinze.

Eso cambió la historia. Si no fuera por ese gol, ahora habrían hogueras con muñecos de Maradona en llamas por toda Argentina, pero nuestros vecinos son muy apasionados, y pudieron celebrar hasta perder el aliento por su victoria, ante un equipo de Nigeria que tenía muchos argumentos para haber hasta ganado quizás, y que tiene mucho aún que decir en este Mundial.

En Inglaterra contra Estados Unidos vi un partido totalmente diferente al de la mañana. Donde en el primero había técnica y chispazos de improvisación, en este partido había un generoso despliegue físico y una diciplina que hacía realmente parecer al partido una pequeña guerra.Algo pasa con Estados Unidos. Es como el compañero de curso que va a todas las fiestas, pero nunca baila. Todos secretamente quieren que algún día se suelte y lo pase tan bien como el resto. Hoy vi que el cuadro norteamericano tenía argumentos de sobra para ensayar varios pasos de baile, y además, estuvo a un pelo de ganar el partido. Josy Altidore es un delantero con todas las características y talento necesarios para estar hasta en una delantera brasileña (siempre los brasileños están en un nivel superior mirando abajo al resto), y lo que mostró colectivamente gringolandia da para pensar que van a triturar a los oponentes que vengan después, ya que Inglaterra es un eterno favorito (como España).

El gol del empate fue desesperante. Ver la cara del arquero inglés me hizo pensar que había muerto su madre o algo similar. Lo van a huevear por años por ese gol, así como han hueveado a Cazzely por un penal que perdió hace casi 30 años, durante un Mundial.

De hecho, ahora que lo recuerdo, este partido tiene su historia, hace 60 años EEUU le ganó a Inglaterra, y los británicos casi se mueren en masa. Tener un empate 60 años después, significa que Inglaterra no puede mirar por encima del hombro a EEUU, y al mismo tiempo, que si hubiera más apoyo en su propio país a este deporte, tal vez EEUU sería el favorito en el próximo enfrentamiento, que quizás ocurra en otros 60 años. Para ese entonces, yo tal vez sea una marmota embalsamada sobre alguna chimenea.