martes, 19 de enero de 2010

The one drop rule

Pensaba escribir sobre las aventuras que vivimos estos días con la Marmotita (creo que lo haré después), o sobre la elección de Sebastián Piñera (hasta tengo un par de fotos modificadas de él que me reí bastante haciendo), pero en mi revisión de noticias, me puse a leer sobre Haití.
Sobre cómo ese país llegó a estar como estaba, antes de que el terremoto reciente lo empeorara todo. Me puse a leer de diversas fuentes sobre su historia, procesos políticos, y su cultura. En medio de todo, apareció una constante intervención de franceses y estadounidenses a lo largo de su historia, y el componente racial.
Haití es la única nación que ha surgido de una revuelta de esclavos, y fue la primera colonia en independizarse en las américas.
Entre los comentarios sobre cultura e historia, el componente racial es mencionado varias veces; en relación a algunos hecho particulares (en cierto momento el gobierno norteamericano incentivó el restablecimiento de los negros en África, facilitando su traslado a Liberia, y en parte también Haití buscó que algunos de ellos se establecieran en su territorio, o que muchos haitianos emigraron a New Orleans, fortaleciendo la comunidad de color local.)
Un concepto que se repitió en varias ocasiones fue "The one drop rule", término que no había leido ni escuchado antes.
Busqué información al respecto, y, a diferencia de otros paises multiraciales como Brazil, este concepto es propio solamente de los EEUU. Implica que si tienes una gota de sangre ancestral negra, eres negro, y punto.
Cuando leí lo siguiente tuve que re leerlo como tres veces:

"Someone with a chocolate complexion would be considered white if his hair were straight and he made a living in a profession. That might not seem so odd, Brazilians say, when you consider that the fair-complexioned actresses Rashida Jones ("Boston Public" and "The Office") and Lena Horne are identified as black in the United States."


Acá está Rashida Jones











Y acá Lena Horne











Impresionante, por decir lo menos.
Bueno, eso me impresionó lo suficiente como para escribir al respecto, y no hacerlo sobre lo que hemos hecho estos días.

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